Brindar herramientas para
fortalecer las habilidades necesarias para un pleno desarrollo personal que
resulta en la construcción de una comunidad armónica libre de violencias, con
niños, niñas y adolescentes que vivencian sus proyectos de vida. De este modo,
fomentar una cultura de paz basada en la prevención para la garantía de
derechos en las instituciones educativas.